Federación de Trabajadores de Educación Urbana La Paz – FDTEULP

Milei y el hartazgo de un pueblo estafado por el populismo

La victoria de Javier Milei en Argentina muestra el hartazgo del pueblo estafado por el populismo peronista.

Milei ganó las elecciones con 14,5 millones de votos, 3 millones más que Massa. Su programa de sometimiento total al capital financiero, alineado con EE.UU. e Israel, promete un ajuste profundo para poder cumplir con el programa del FMI. Se asoció con Victoria Villarroel, su vicepresidenta, que reivindica abiertamente la dictadura militar y a los genocidas.

Javier Milei es el engendro de la democracia burguesa decadente y de un sistema político ultra corrupto. Como Bolsonaro en Brasil o Trump en Estados Unidos, el autodeclarado “anarco capitalista” Javier Milei llega para salvar al pueblo de los “zurdos”, pero no ofrece nada nuevo. No es un cambio de modelo, es llevar a fondo el modelo de sometimiento y entrega al capital financiero que se aplica desde hace un siglo.

El libre mercado de Milei no existe, existen mercados altamente centralizados y monopolizados. Su libertad es libertad para los monopolios y grupos más poderosos.

Los falsos socialistas del siglo XXI caidos en desgracia mantuvieron las reformas neoliberales de la dictadura y de Menem, y preservaron las conquistas del gran capital, dejando a los trabajadores desprotegidos y a la juventud sin futuro.

Tanto Massa en Argentina, como Evo Morales y Arce en Bolivia, así como Boric en Chile, o Petro en Colombia, todos ESTÁN AL SERVICIO DE LA BURGUESIA. Son defensores de la gran propiedad capitalista y no conciben el desarrollo de sus países sin la colaboración del capital financiero internacional.

Las divergencias entre ellos se desarrollan dentro del ámbito de la política burguesa, en torno a cuánto mercado deberá existir en desmedro de la intervención del Estado burgués en la economía. Más Estado y menos mercado o menos Estado y más mercado, todo ello, dentro de los límites que aseguren la preservación de la gran propiedad privada burguesa, a eso se reduce la disputa entre los falsos socialista del siglo XXI, que en realidad son la nueva derecha, con los viejos y nuevos políticos de la derecha y la ultraderecha tradicional, ultraliberales disfrazados de “libertarios”.

Con el fracaso del populismo argentino se quiebran también las burocracias sindicales, que sabotearon las luchas sociales para garantizar la gobernabilidad de todos los gobiernos de turno, y permitieron que un puñado de empresas saqueen su país.

Hoy más que nunca, es imperativo que los trabajadores conquistemos la independencia política y organizativa de la burguesía, de sus partidos y de sus instituciones. La clase obrera tiene que romper con estos 4 años de letargo y conciliación, y ponerse a la cabeza de la resistencia, defendiendo salarios y jubilaciones.